miércoles, 2 de octubre de 2013

shizka

Qué morro tiene Nobita, jolines. ¡Y qué raro es! Se pasa el día pidiéndome que hagamos cosas juntos y, cuando por fin quedamos para ir de compras, ¡toma! Va él y llega tarde. Y yo esperando como una tonta, como si no tuviera otra cosa que hacer. Pero claro, como él no sabe decir que no, estará haciéndole un recado a su madre, o jugando con Gigante o... peor aún, ¡igual se está echando una siesta! Se va a enterar el sinvergüenza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario